Las emociones de William Kentrigde, Princesa de Asturias de las Artes

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William Kentrigde concibió el dibujo como un medio de reflexión que constituye la base de su trabajo multidisciplinar. Es decir, el artista es capaz de crear películas de animación en las que denuncia las desigualdades de su país. Ahora, el sudafricano fue galardonado con el premio Princesa de Asturias de las Artes 2017, fallado este jueves en Oviedo.

Kentrigde usó  sus dibujos como herramienta de denuncia de las secuelas del régimen racista del apartheid. Su trabajo muestra las cicatrices de una sociedad dividida, en la que la arquitectura y las gentes de su Johanesburgo natal están muy presentes a través de emociones y metáforas.

Según el jurado, se trata de “uno de los artistas más completos e innovadoras del panorama internacional”, y además destaca por estar “profundamente comprometido con la realidad”. La candidatura de este artista comprometido social y políticamente se impuso entre las 43 procedentes de 19 países que en esta ocasión optaban a este galardón, el primero de los ocho que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias.

Su candidatura había sido propuesta por Beningno Pendás García, miembro del jurado del Premio Princesa de Comunicación y Humanidades 2017, y Raquel García Guijarro, gerente del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Entre el jurado, la editora y comisaria de arte contemporánea Elena Ochoa, una veterana de este premio, le dio su respaldo desde el inicio ya que, según reconocía al inicio de las deliberaciones, trabajó  “en muchas ocasiones” con el artista sudafricano con quien está preparando para octubre una exposición en el Reina Sofía de Madrid.

Nacido en Johannesburgo en 1955, sus padres ejercieron como abogados especializados en las víctimas del apartheid y su padre se ocupó de la defensa de Nelson Mandela, circunstancia que determinó su formación universitaria (Ciencias Políticas) antes de dedicarse al arte.

En la década de los ochenta se trasladó a París para estudiar teatro en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y trabajó como director artístico en series de televisión, antes de comenzar a crear animaciones a partir de sus propios dibujos.

A partir de 2003, Kentridge comenzó a interesarse por la escultura y la videoinstalación y a incluir referencias al teatro, la ópera y el cine en sus nuevos trabajos. En la última década ha mostrado su producción artística en el MoMA (Nueva York), que le dedicó una retrospectiva en 2010, el Albertina Museum (Viena), el Louvre (París) y el Museo de Bellas Artes de Budapest, entre otros museos.

El pasado año, este galardón fue para la actriz y directora Núria Espert, que se unió así a una nómina de la que también forman parte Francis Ford Coppola, Michael Haneke, Norman Foster, Woody Allen, Paco de Lucía, Vittorio Gassmann o Bob Dylan.

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