Carmen Machi y Dani Rovira brillantes en la faceta más dramática

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Thi Mai viene a sumarse a esta tradición de comedias buenistas con un asunto llamativo: la adopción truncada de una niña vietnamita. Un tema que la entronca con esa tradición cristiana de la familia como eje sentimental. 

Se trata de una comedia dramática dirigida por Patricia Ferreira (Para que no me olvides, El alquimista impaciente), con guion de Marta Sánchez (Allí abajo, Aída) y protagonizada por Carmen Machi (El bar, Villaviciosa de al lado), Aitana Sánchez-Gijón (Velvet, El club de los incomprendidos), Adriana Ozores (Gran Hotel, No lo llames amor... llámalo X) y Dani Rovira (100 metros, Ocho apellidos catalanes). 

Narra la odisea de Carmen, una mujer que, tras perder a su hija en un accidente, recibe una carta que le anuncia que se le ha concedido la adopción de una niña vietnamita.

Acompañada de sus dos mejores amigas, Elvira y Rosa, que nunca han salido de España, viajarán hasta Asia para encontrarse con la cría y con situaciones complicadas, exóticas y rocambolescas que sacarán a la luz los aspectos más peculiares de sus distintas personalidades. Andrés, un actor español que ha ido hasta Hanoi para vivir con su pareja y un guía turístico formarán parte también de la aventura.

Sorprendente es ver a Carmen Machi dominando su faceta dramática en el plano audiovisual, la siempre y brillante defensora de personajes con carácter Adriana Ozores ahora opta por su lado más humano, frágil y tierno, al contrario que Aitana Sánchez Gijón, que muestra su lado más duro y apasionado saliéndose de esa delicadeza habitual tan suya.

Todo ello termina cerrado, con broche de oro, con un estupendo Dani Rovira que explota us lado más sensible abandonando así las dotes cómicas que tan bien se le dan. na película en la que brillan hasta los secundarios, lo cual es muy de agradecer en el panorama actual.

El guión está muy bien estructurado y llega a ser impecable, aunque a veces peca de impostado en algunos diálogos difíciles de defender a pesar de las excelentes interpretaciones, pero que, en otras ocasiones, la mayoría debo decir, brilla por su brillante naturalidad.

Además de ser la historia de una persona que lucha por su sueño y derecho a ser abuela Thi Mai, rumbo a Vietnam es la aventura de otras dos mujeres que tienen diferentes inquietudes. La de una que ha sido prejubilada y la de otra que tiene una familia que no la valora. 
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