Discotecas conflictivas, ventas ilegales y after hours clandestinos

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En España hay más de 17.000 locales de ocio nocturno, muchos de ellos son conflictivos. La escalada de agresividad va en aumento. ¿Por qué se producen estas reyertas? ¿Tiene que ver la venta ilegal de alcohol y drogas? ¿Tras estos locales se esconden redes de blanqueo de dinero?

Para contestar estas preguntas, un equipo de En el punto de mira ha viajado a varias ciudades españoles donde vivirán el mundo de la noche. El resultado de la investigación podrá verse este lunes en un especial monográfico que Cuatro emitirá en prime time.
 
Venta ilegal de alcohol y drogas, violencia y cafeterías camufladas

La mayoría de las discotecas conflictivas se sitúan en los grandes núcleos de población.En ellas se producen reyertas de manera casi permanente.Algunas tienen más de 180 denuncias. Los reporteros Boro Barber, Juan Carlos González y María Miñana comprueban cómo los menores consumen drogas y estupefacientes en algunos de estos locales.

También acompañan a la policía en sus rondas para comprobar la cantidad de reyertas que pueden ocurrir en torno a estos lugares y destapan algunos after hours clandestinos. La ley no responsabiliza al local de lo que ocurra en su exterior, aunque sea provocado por sus clientes.

En el punto de mira graba cómo se desarrolla una noche en algunas de estas discotecas conflictivas. Allí muestran cómo se vende alcohol a menores, aun estando prohibido, y cómo, a pesar de la vigilancia externa de la policía, se siguen produciendo peleas en la puerta a escasos metros de la vigilancia.

Pamplona es una de las ciudades con más peleas nocturnas de España. En solo un año se han producido más de 430 dentro y fuera de las discotecas. Las cámaras de En el punto de mira acompañan a la Policía Local en uno de sus patrullajes para comprobar que una vez más el consumo del alcohol y drogas puede estar detrás de las reyertas.
 
La policía tiene localizadas muchas de estas discotecas conflictivas, pero ¿qué pasa con las que se camuflan? El programa también investigará también los afters clandestinos que abren desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde. Se disfrazan de cafeterías, pero cobran la entrada, venden alcohol a precios de discoteca y la música suena a toda potencia.

Los reporteros entran en uno de los afters más conflictivos para comprobar que todo lo que denuncian los vecinos es real. Detrás de estos locales hay sociedades que se dedican a la fiesta y el espectáculo y que podrían ser una red de blanqueo de dinero.
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