Dos parejas al borde de la ruptura se unen a Intercambio consentido

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Superada la primera noche, la terapia continúa en Intercambio consentido, el lunes, a las 22:40 horas, en Antena 3. Las parejas intercambiadas (Mónica y Miquel; Juanra y Joana; Eli y David; y Luis y Nieves) intentarán superar sus diferencias y harán planes fuera de casa para conocerse un poco más, como ir a una clase de alfarería, salir de fiesta o cenar en un restaurante.

Los coaches Covadonga Pérez-Lozana e Iñaki Vázquez les visitarán por primera vez para que descubran qué falla en sus relaciones, incluso podrán saber qué sienten y qué hacen sus verdaderas parejas sin ellos gracias a los vídeos que les mostrarán. ¿Serán más felices ahora?
 
De las parejas que se conocieron el pasado lunes, el espectador se sorprenderá con las imágenes de Nieves y Luis compartiendo juntos una actividad, que provocarán los celos en Eli. Además, el buen rollo entre Joana y Juanra provoca que Joana se replantee su relación. Por otra parte, la tensión entre Mónica y Miquel ocasiona un constante conflicto en su convivencia.

Además, dos nuevas parejas se someterán a esta terapia radical. Los celos enfermizos están destruyendo los siete años de relación de Paloma y Javier. En cambio, Lara quiere casarse con su novio Rubén, pero antes él quiere solucionar los problemas que tiene la relación: el mal genio de Lara y la falta de cariño de Rubén.

Producido por Atresmedia Televisión en colaboración con Shine Iberia, Intercambio consentido, es una terapia real y radical que llevará a ocho parejas reales con grandes conflictos a intercambiarse. Esta terapia supondrá un punto de no retorno para superar las dificultades y salir reforzados o comenzar un nuevo camino por separado. Aprenderán a apreciar (o no) lo que tenían y reconocerán los errores cometidos mientras los espectadores podrán sentirse identificados aprendiendo de los errores ajenos y con los consejos de los terapeutas.
 
Durante dos semanas, dos parejas se cruzarán para convivir con un completo desconocido como si tuvieran una relación, en un entorno neutral, sin móvil ni Internet, donde compartirán baño, cama, vida e intimidad. Incluso saldrán en alguna que otra escapada romántica que les ayudará a relajarse, despreocuparse, echar de menos a su verdadero amor y quizás hasta enamorarse.

En este nuevo acompañante encontrarán rasgos que echan de menos en sus parejas reales y les revelarán actitudes erróneas que cometen, o tal vez encuentren precisamente todo aquello que su pareja les reprocha y se vean así reflejados. Mientras dure la terapia no podrán estar en contacto con sus parejas, pero sí recibirán información de lo que están viviendo y sintiendo con su nuevo acompañante.

Al final de la convivencia, cada pareja debe decidir si se reencuentran para volver a intentarlo o para dejarlo definitivamente.
 
El psiquiatra Iñaki Vázquez y la coach Covadonga Pérez Lozano, ambos expertos en terapia de pareja, han estudiado bien los casos y creen que todavía hay esperanza, por eso les propondrán participar en este intercambio. Las parejas son minuciosamente seleccionadas para que cada cruce de parejas sea realmente enriquecedor para ambas partes, bien porque se complementan o porque son polos opuestos. En este nuevo compañero encontrarán un revulsivo que les hará ser conscientes de los problemas. 

 
Lara y Rubén (Elda- Alicante): cuatro años y medio juntos.
 
Rubén (34 años). Teleoperador. Quiere a Lara, pero sabe que es un volcán que puede brotar en cualquier momento. Sufre sus celos y su obsesión por casarse de blanco y tener un par de hijos antes de cumplir los treinta. Él, sin embargo, es un tipo tranquilo que la quiere, pero que cree que está en edad de disfrutar y no de bodas e hijos. Quiere disfrutar y tener sexo porque se reconoce muy activo y ella le frena todo el rato, porque según él, sólo pueden hacerlo si le da mucho cariño...
 
Lara (24 años). Dependienta y fanática de la moda, incluso tiene un blog con su novio. Bajo su aspecto dulce, hay una Lara colérica, que ella reconoce y que intenta controlar con poco éxito. Quiere mucho a Rubén, pero está dispuesta a dejarle si no le pide ya matrimonio y, de hecho, le ha amenazado ya con eso. Ella tiene muy claro un proyecto de marido e hijos. Además, no le gusta nada que a su novio le miren tanto, porque se reconoce abiertamente celosa.
 
Paloma y Javi (Valencia): nueve años juntos y dos hijos.
 
Paloma (33 años). Ocasionalmente stripper y tiene una tienda de ropa on line. No entiende los celos de su marido, pues la conoció siendo stripper. Aunque es un trabajo que solo hace esporádicamente y afirma querer dejar. Reconoce que le gusta gustar y no ve que ponga a su marido en una situación complicada por su forma de vestir o comportarse. De algún modo se niega a crecer y a asimilar que ha dejado de ser una jovencita y por tanto tiene que cambiar de vida, pero en el fondo oculta restos de haber vivido una infancia complicada.
 
Javi (35 años). Repara coches antiguos. Se considera un “enfermo” de los celos. Cree que su mujer no debería colgar según qué tipo de fotos en redes, ni vestir de un modo provocativo, ni tontear con otros hombres y, por supuesto, no hacer shows de strip-tease. La considera buena madre, pero cree que debe madurar, respetarle y centrarse en su tienda de ropa on line y su relación de pareja. Proviene de una familia desestructurada y se niega a vivir sin amor.
 
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