Lara Álvarez pisa el acelerador a fondo con Jesús Calleja
“Sé a dónde voy, pero sólo me han contado una pequeña parte de lo que vamos a hacer. Lo cierto es que tengo la misma sensación en el estómago que un niño pequeño en la noche de Reyes esperando a que lleguen sus majestades con los regalos”, admite Lara. “Estoy muy muy nerviosa, pero soy una adicta a la velocidad, me apasiona, así que también estoy muy ilusionada por vivir esta experiencia. Sé que lo vamos a pasar muy bien”.
A Lara y Jesús les aguardan más de 1.800 kilómetros a recorrer en menos de 48 horas. El inicio es en Ensenada y la línea de meta en la ciudad de La Paz, al sur de la península. Con menos reglas, más años que la mítica París-Dakar y poblada de pintorescos corredores y vehículos, la Baja 1000 es un gran show a la americana. Jesús y Lara serán parte de un equipo de tres pilotos y tres copilotos que se turnarán para conducir el coche de carreras, un buggie abierto. Mientras no corran viajarán en una autocaravana en busca del siguiente punto de intersección para hacer el cambio de pilotos.
Lo que podría parecer una aventura sencilla se transformará en una carrera contrarreloj, pues los dos presentadores tendrán que buscarse la vida, ya que el punto de cambio de pilotos se va decidiendo sobre la marcha y Lara y Jesús tendrán que localizar rutas, preguntar por pueblos y encontrar el camino más corto.
La carrera sólo dura dos días, pero su viaje dará para mucho más. En su recorrido por la Baja California, pasarán un día en un rancho típico mexicano cabalgando con un grupo de cowboys. Se acercarán al muro que separa México de EE. UU., harán una ruta en kayak para buscar una colonia de lobos marinos en pleno Océano Pacífico y además cumplirán un deseo que Jesús Calleja lleva años persiguiendo: nadar con el tiburón ballena, el pez más grande del mundo.
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