Los Japón, el perfecto disparate de Dani Rovira y María León

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Álvaro Díaz Lorenzo, director malagueño, ha contado con Dani Rovira y María León para su nueva película, Los Japón. Un film que se ha rodado entre Madrid, Sevilla y Tokio y que produce Atresmedia Cine. Pero, ¿de qué trata?



Japón vive el momento más dramático de su historia. Su emperador acaba de fallecer sin dejar descendencia. Comienza la carrera por buscar en el árbol genealógico algún posible heredero. Es entonces cuando descubren que en el Siglo XVII, en Sevilla, hubo una expedición de japoneses que llegó hasta un bello pueblo a la orilla de un río, su nombre: Coria del río. En aquel lugar el descendiente del emperador se asentó y formó una familia.

Todos los hijos que tuvo el samurái fueron varones. Esto provocará que el destino de la familia de Paco Japón, vecinos de toda la vida de Coria del Río, cambie de la noche a la mañana, cuando sean los elegidos para ocupar el lugar del fallecido emperador en Tokio.

Junto con su familia, Paco se trasladará al Palacio Imperial donde deberá aprender a vivir como el nuevo emperador del país nipón, con los choques culturales y lingüísticos que conllevará la experiencia. 

La historia real cuenta que la Embajada Keicho llegó a España en 1614 remontando el Guadalquivir hasta llegar al Puerto de Sevilla siguiendo la Ruta de Las Indias, y el primer contacto con Andalucía cautivó a muchos japoneses que decidieron no volver a su país y asentarse en los pueblos sevillanos del Guadalquivir, sobre todo en Coria del Río, dando lugar al curioso origen del apellido Japón.

Sus protagonistas, el samurái Hasekura Tsunenaga y el franciscano de Sevilla Fray Luis Sotelo, lideraron la expedición diplomática enviada a España por el daimyo (señor feudal) japonés Date Masamune con el objetivo principal de establecer relaciones comerciales entre los dos países.

Tras superar el temido Océano Pacífico salvando tempestades, cruzar México en mula y atravesar el Atlántico enrolados en la Flota de Indias, la Embajada llegó a España en 1614, donde se estableció durante un año hasta conseguir audiencia con Felipe III.

No obstante, el monarca no aceptó las propuestas japonesas, a pesar de que continuaron hasta Roma para conseguir el respaldo del Papa Paulo V y de que permanecieron afincados en España durante siete años para tratar de cambiar la postura del rey de España.
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