María, reina de Escocia, la historia del creador de House of Cards
El debut cinematográfico de la directora teatral Josie Rourke con María, reina de Escocia, viene acompañado por el guión de Beau Willimon, creador de The First y House of Cards en base al libro de John Guy Queen of Scots; The True Life of Mary Stuart y traducido en España como María Estuardo, la reina mártir.
Se trata de una historia que ya se había visto previamente en otras tres películas de título muy parecido y una serie de la CW, Reign. Sin embargo, la directora decide afrontarlo desde una perspectiva distinta.
Se centra por tanto en reflexionar sobre la vida de María Estuardo, legítima heredera al trono inglés por linaje pero de vida marcada por la tragedia y la injustísima política de enlaces matrimoniales de la época que hizo que prevaleciera (y se perpetuara por más de cuatro décadas) su rival Isabel I.
La película María, reina de Escocia arranca cuando María, reina consorte de Francia desde los 16 años, enviuda y se niega a volver a casarse, siendo obligada a abdicar. Esta tesitura la lleva a regresar a su Escocia natal para reclamar el trono, al cual tiene derecho. En ese momento, Inglaterra se encuentra bajo el dominio de Isabel I que intenta a toda costa hacer prevalecer sus derechos frente a ella. Y en solitario, dado que no desea casarse ni tener hijos.
Ambas comienzan a mantener una correspondencia en la que se observan con fascinación y miedo: sopesan cómo seguir siendo independientes en un mundo en el que el principal valor de la mujer es su vientre y sopesan cómo hacerse fuertes en el poder conspirando, incitando a la rebelión en el seno de la corte e incluso a la guerra civil para ello.
María, Reina de Escocia es un relato interesante sobre el poder femenino y como el machismo ha condicionado siempre cualquier movimiento de las mujeres más importantes de la historia. Saoirse Ronan representa a una tenaz María, y brinda una interpretación bastante convincente mientras que Margot Robbie es una elección extraña para el papel de Isabel, aunque borda su papel.
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