Pesadillas 2: Noche de Halloween con sorpresa de Jack Black
Han pasado tres años desde que aterrizó en la cartelera española Pesadillas, una película bastante modesta pero muy funcional, en la que presentaron a un RL Stine interpretado por Jack Black y a un muñeco de ventrílocuo llamado Slappy memorable.
La segunda película, Pesadillas 2: Noche de Halloween, cambia bastante la fórmula reservándose a Black para el final y dejando la función al siniestro Slappy, cuyo fin es el que reine Halloween durante todo el año. Contiene menos referencias literarias, pero sigue siendo un digno entretenimiento de terror light apto para toda la familia.
Ya se sabía que esta película de terror familiar se centraría en la venganza de Slappy (de hecho se barajó ese mismo título para la secuela: La venganza de Slappy), pero lo que no se sabía es que este robaescenas nos iba a hacer tanta gracia en esta ocasión, mucha más que la que hacen sus compañeros de reparto humanos, que no solo tienen que defender unas líneas de guión de telefilm sino que además no desprenden un especial carisma.
Basado en la obra literaria de cuentos de terror para adolescente R.L. Stine, se plantea qué ocurriría si de repente todo el universo que envuelve la mítica noche de Halloween y sus personajes más sorprendentes e imaginativos, cobrasen vida y surgiesen de la nada para quedarse entre nosotros.
En la película, Sonny y Sam, dos jóvenes inadaptados, se introducen en la casa abandonada de Stine, donde descubren un cofre en el que se oculta una novela en blanco. Cuando la abren, aparece el muñeco, que pronto cobra vida y comienza a hacer de las suyas.
Por supuesto, tiene un macabro plan que pasa por hacer realidad la noche de Halloween: quiere que reine el caos con hombres lobo, brujas, arañas y momias deambulando por las calles y sembrando la discordia entre los humanos, que solo pueden huir asustados a ponerse a salvo.
Será tarea de Sam, Sonny y su hermana Sarah devolver la ciudad a la normalidad, confinando a todas las criaturas al lugar que les corresponde: las novelas de terror de Stine. Pero Slappy ya ha aprendido la lección y se guarda un as en la manga que jugará en el último momento.
En esta película conviven los efectos especiales digitales con los tradicionales: disfraces, posticería y efectos artesanos y en ambos casos funcionan razonablemente bien.
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