Rappel deslumbra con su casa, su menú y sus predicciones
Segunda noche de competición en Ven a cenar conmigo: gourmet edition, y el nivel no puede estar más por las nubes. Teniendo en cuenta que el anfitrión, en esta ocasión, es el futurólogo Rappel y que la casa donde recibe a sus invitados es un espectacular dúplex de más de mil metros cuadrados, el adjetivo no es baladí. Este martes 27 de febrero, a partir de las 22:45h, las cartas estarán sobre la mesa en la versión VIP del concurso gastronómico de Cuatro.
Una cosa es conocer el futuro y otra muy distinta adivinar el comportamiento de tres huéspedes tan impredecibles como Ana Obregón, Lucía Etxebarria y Víctor Janeiro. Así que Rappel se las ingenia para organizar una exquisita velada donde revelará sus excelentes dotes culinarias.
Su terraza de 1.000 m2 deja con la boca abierta al resto de participantes, especialmente a Lucía, quien reitera a lo largo de la noche su intención de ser adoptada por el adivino para quedarse a vivir en su casa.
Igualmente de entusiasmada con la velada se muestra Ana Obregón, quien prueba todos y cada uno de los platos, acabando con las existencias de jamón que hay en la casa.
“¡Me he curado!”, afirma la actriz en más de una ocasión. Ante tamaño milagro, el arroz blanco hervido que Rappel había cocinado para su invitada, supuestamente con gastroenteritis, queda arrinconado en la mesa mientras que la bióloga, revivida, se entrega a los rollitos de salmón, el pollo con salsa de mostaza y las peras con nata y chocolate, un postre que le provocará hasta orgasmos… fingidos al más puro estilo Meg Ryan, por supuesto.
Como broche final, Rappel dedica a cada comensal una tirada de cartas en la que descubre aspectos muy reveladores sobre su futuro.
Una cosa es conocer el futuro y otra muy distinta adivinar el comportamiento de tres huéspedes tan impredecibles como Ana Obregón, Lucía Etxebarria y Víctor Janeiro. Así que Rappel se las ingenia para organizar una exquisita velada donde revelará sus excelentes dotes culinarias.
Su terraza de 1.000 m2 deja con la boca abierta al resto de participantes, especialmente a Lucía, quien reitera a lo largo de la noche su intención de ser adoptada por el adivino para quedarse a vivir en su casa.
Igualmente de entusiasmada con la velada se muestra Ana Obregón, quien prueba todos y cada uno de los platos, acabando con las existencias de jamón que hay en la casa.
“¡Me he curado!”, afirma la actriz en más de una ocasión. Ante tamaño milagro, el arroz blanco hervido que Rappel había cocinado para su invitada, supuestamente con gastroenteritis, queda arrinconado en la mesa mientras que la bióloga, revivida, se entrega a los rollitos de salmón, el pollo con salsa de mostaza y las peras con nata y chocolate, un postre que le provocará hasta orgasmos… fingidos al más puro estilo Meg Ryan, por supuesto.
Como broche final, Rappel dedica a cada comensal una tirada de cartas en la que descubre aspectos muy reveladores sobre su futuro.
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