Taron Egerton y Julianne Moore, la fascinación del retorno de los Kingsman
Kingsman: El círculo de oro (Kingsman: The Golden Circle) es una película británica dirigida por Matthew Vaughn con guion del propio Matthew Vaughn y Jane Goldman; música de Henry Jackman y Matthew Margeson; y fotografía de George Richmond.
Un thriller que suma acción, comedia, espionaje, cómic y es una secuela altamente recomendable.
El balance tiene desde luego más luces que sombras. Se han superado muchas de las debilidades de la primera película en lo que es un gran espectáculo gamberro de alternativa al cine de James Bond. Taron Egerton, Julianne Moore, Mark Strong, y Channing Tatum en los papeles principales.
Desde los años cincuenta, James Bond era el pilar infatigable de la reina Isabel II al servicio del Imperio Británico. La ficción llegó a ser tan poderosa que el propio Bond saludó a la reina en el Palacio de Buckingham, antes de saltar en paracaídas en los Juegos Olímpicos de Londres.
Pero atención a los Kingsman. La primera entrega arrasó con Colin Firth, Michael Caine y Taron Egerton. En Kingsman: El círculo de oro, la segunda entrega de la saga, la acción se traslada a Estados Unidos. Tiene los mismos ingredientes de humor, flema y crítica ácida y corrosiva. En tiempos del Brexit, Europa a un lado, y el foco en Estados Unidos en una montaña rusa de sensaciones. Los ingleses con sus primos americanos. En la primera película se apuntó a la sobrepoblación. En este entrega se afila el lápiz para subrayar la distorsión de las noticias políticas.
Eggsy (Taron Egerton) de joven de clase obrera con trayectoria en broncas callejeras a súper espía. Dispueto a echar un pulso con el mismísimo James Bond. Un cine que desde el primer momento cuenta con fanáticos.
Compartir en: